Luego, si tú quieres..

Hacía quince días que me habías cautivado con tus maneras. Desde aquel momento no habíamos vuelto a vernos y lo más preocupante era que ni tan siquiera me atendías el teléfono. La suerte de aquella primera noche fue saber que vivías muy cerca de mi casa y conocer tus horarios de trabajo, lo que permitió durante esos quince días pegarme a cada segundo a la ventana de mi habitación con el fin de verte pasar. Cansado de no conseguirlo, me levanté una mañana y me vestí con el mejor de mis trajes. Pasé la mañana deseando que llegara la hora de comer para poder encontrarnos casualmente. Esperé paciente a que pasaras por la calle donde solías pasar y allí aparqué. Entonces pasaste. Salí a buscarte y creo recordar que de tantos nervios no llegué a cerrar el coche. Te vi por detrás cómo caminabas y grité tu nombre. Te volviste y te sorprendió verme allí. Te acordabas de mi!! Temblabas más que yo y de los temblores de los dos fue de lo que cruzamos las primeras palabras. Tenías prisa y te pregunté que si nos podríamos ver algún día. “Luego, si tú quieres” contestaste. Nos despedimos con dos besos y temblando seguiste tu camino. Yo, aún temblando, vi cómo te alejabas..

Más de la cuenta

Fue una semana de más a menos, para acabar finalmente en un fin de semana en el que muy pocas cosas se salvaron. Retornaron los días grises que parecían ya olvidados y vinieron acompañados con las ganas de llorar, con la idea de bajar los brazos y con el dolor que causa la sensación de no poder más con esto. Con este panorama, llegaba a la noche de anoche, donde un rayito de esperanza me devolvió la energía y el optimismo perdidos durante los días previos. Sea como sea, todo pasa, incluso esta tormenta que dura ya más de la cuenta..

Y es que no puedo rendirme cuando tras de mi existen miradas como la tuya..

Por lo que más quieras

Igual que deseé con tantas fuerzas aquel primer beso con el que tanto soñé y que finalmente acabó llegando, sueño ahora con que vuelvas. Porque hace tiempo, mucho tiempo que sólo vuelves a mi vida en forma de recuerdo (o en contadas ocasiones en forma de canción, como hace un rato..). Y no es así como te necesito ahora..

Has de saber todo lo que te amé

Es ajena a muchas de las nuevas tecnologías..Tan solo del móvil ha hecho un compañero inseparable (sobretodo para llamarme y decirme que me quiere) aunque a día de hoy aún me pida que le cambie la hora cuando se rinde tras intentarlo una y otra vez. La cuestión es que sabe que existe un paraíso, pero no sabe que es éste. Nunca se lo he mostrado y nunca lo ha visitado. Quiero estar contigo toda la vida, pero si algún día descubres esto y nuestras vidas hubieran tomado caminos separados, has de saber todo lo que te amé..El paraíso fue testigo de ello..