lunes, septiembre 22, 2008

Confesiones íntimas

Aun me emociono cuando de vez en cuando me da por echarle un vistazo al contador que registra la procedencia de los que, de manera casual o no tanto, pasáis por aquí.. Y me emociono cuando veo un breve paso desde Málaga, Irlanda, Zaragoza o Barcelona..Y me emociono de la misma manera cuando aprecio que las páginas vistas desde el mismo lugar son varias en apenas un ratito.. Miranda, Perú, México o Colombia..Algunas habituales y otras para nada. Me encanta pensar que tal vez, se produzca en ese caso una vez más el milagro, con todas las letras, de que este paraíso pueda ser lo suficientemente acogedor para que al otro lado de la pantalla algo anime a quedarse por aquí unos instantes y que los escritos que salen de tan adentro puedan causar alguna sensación en otras personas, con vidas, ilusiones y circunstancias muy distintas a las mías, o no, quien sabe... Así que después de esta confesión tan personal, y después de pensar en lo que sería de mi si un día no volvierais por aquí, os haré una petición desde lo más profundo de mi alma: Ni se os ocurra olvidarme.


(De veras que por mucho tiempo que pase, me sigue pareciendo un milagro..)

miércoles, septiembre 10, 2008

Vender alegría

Con todo el optimismo, la alegría y la felicidad que me han embargado esta última temporada y el ambiente festivo que engalana a cada paso mi ciudad, no debería sentirme como ahora me siento..Ni el recuerdo de los tres días inolvidables que pasamos juntos en la playa ni la cantidad de preciosos instantes atesorados últimamente, ni el hecho de encontrar respuestas a muchas dudas ni tan siquiera el modo de cambiar para bien determinadas actitudes hasta entonces consideradas como adecuadas..Nada absolutamente nada de esto es capaz de levantarme el ánimo..Y es que a este día le ha faltado el sosiego y la serenidad, y le han sobrado otras muchas cosas. Lo de vender alegría creo que lo dejaré para días venideros..